Maldito sea el momento en el cual la complejidad de mil vidas experimentadas en un instante apagaron el brillo de aquellos ojos recordados en sueños sinceros y secaron los anhelos de infancia...
Absurdo sea el momento en que poses estúpidamente intelectuales y palabras tontamente interesantes ocultaron los sentimientos hasta cubrirlos con vergüenza insensible que mataron los dones de la esperanza...
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