viernes, 4 de mayo de 2018

Gracias y nada más

Entre fotos antiguas del escritorio, recordó quien era, de donde venía y a donde iba.
Entre imágenes en su mente, escuchó una melodía del camino que recorrió.
Entre viejos recuerdos, volvió a valorar lo que realmente era importante en su vida.
Entre su garganta y su boca, tenía aquel grito reprimido desde hace muchos años.
Dentro de su mente, aún estaban sus viejos amigos de aventuras de viajes.
Dentro de su pecho, aún tenía un corazón fuerte que latía apasionadamente.
Dentro de su cuerpo, aún había un espíritu que conservaba toda su esencia.
Dentro de sus ojos, aún tenía lágrimas que no habían salido hasta ese momento.
Finalmente, se agotó la esperanza, llegó la verdad y lo que ya no quería más.
Finalmente, tomó las decisiones que no había tomado hasta ahora.
Finalmente, añoró su amor propio, la felicidad, el amor ahora ausente y un espíritu fuerte.
Finalmente, cogió sus maletas, no le dijo “adiós” sino “gracias…”.
Y, a pesar de todo su amor, se alejó sin mirar atrás…