domingo, 23 de abril de 2017

Violencia, memoria y reconciliación

"Quien no conoce su historia esta condenado a repetirla..."
Aristóteles y otros


Con mucha frecuencia, hemos leído, escuchado o estudiado sobre los hechos de la historia para conocerla y no repetirla si esta fue negativa, pero me pregunto si realmente comprendemos en toda su magnitud el significado y valor de esta, sobretodo en tiempos donde el conocimiento y la información están al alcance de las personas pero la importancia que le damos es muy selectivamente simplista. La enseñanza de la historia debe tener un objetivo claro y preciso de tal manera que toda persona deba conocer, comprender e interiorizar para darle un real sentido.

Ayer, tuve la oportunidad de conocer "El lugar de la memoria, la tolerancia y la inclusión social", un espacio que particularmente desconocía y me enteré de su existencia por una amiga extranjera que reside aquí, lo cual me creó cierto sinsabor porque sentí que ella estaba más interesada que yo en la realidad de mi país, pero aún así la experiencia de estar en este lugar fue enriquecedora a pesar de todas las historias dramáticas y muchas veces desgarradoras de las víctimas de la violencia y el terrorismo de un país que no lo merece.

Pues, durante la época republicana, desde la forma abusiva de explotación del caucho en la amazonía peruana, donde muchas tribus indígenas desaparecieron, la cual fue investigada y denunciada por el Irlandés Roger Casement (personaje principal del "Vuelo del celta" de Mario Vargas Llosa); pasando por el periodo más sanguinario del terrorismo, donde se desconoce el número exacto de víctimas, pero que fácilmente superan los 30 mil; hasta los actuales problemas sociales, donde la delincuencia está ganando terreno e imponiendo el miedo, y donde el machismo más ortodoxo y estúpido ha dado como resultado una alta tasa de feminicidios en la actualidad.

Sobre el terrorismo, todo comenzó en el año 1980, que irónicamente es es el año en que nací, pues fue una de los periodos de mayor crisis social, económica y educativa en un país con mucha riqueza, pero que lamentablemente ha sido y sigue siendo repartida como si fuera un botín de guerra por personajes que representan la histórica corrupción, aquella que ha sido la causa de la desigualdad económica y social hasta nuestros días, y ha generado represión en los sectores más olvidados del país. a tal punto de dar el motivo necesario para que grupos rebeldes inciten y promuevan la violencia, dentro de esta al terrorismo.



"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales." Bertolt Brecht


El recorrido por los diferentes ambientes, cada vez que conocía el detalle de los hechos, observaba el rostro de las personas, sentía la tristeza en su mirada y escuchaba los testimonios de las víctimas o de las familias de desaparecidos que no saben hasta ahora que pasó con ellos; pues no es fácil seguir adelante sin conocer la verdad, sin saber lo sucedido con los seres queridos, a quienes muchos siguen buscando hasta el día de hoy.


En la insensible e intolerante realidad, se hace evidente la desvalorización de un ser humano perdido en el mundo, sumado a la ausencia del respeto, a la forma de sentir, pensar y actuar del prójimo, con el pretexto y la absurda convicción de que somos dueños de una verdad ilógica en la que todos deberíamos creer y bajo la cual deberíamos vivir.


El mundo, el país, cada ciudad y cada relación entre las personas no necesita una lógica creada por unos o por otros, sino que necesita básicamente tolerancia e inclusión social, porque la historia ya está llena de guerras y conflictos, de los cuales debimos haber aprendido algo y guardado en nuestra memoria, la cual debería recordar para evitar que el pasado lleno de violencia se repita; y para ello es necesario, como una política de estado, que el gobierno establezca pilares sólidos para dar impulso a la educación, una de calidad que promueva el respeto y tolerancia en un país pluricultural. 

Perú es un país realmente maravilloso, cuya población necesita un espacio para la reconciliación y el perdón para poder sanar las heridas, crecer y seguir adelante con fe, esperanza y convicción, como lo hemos demostrado en estos últimos tiempos, unidos como una sola fuerza...


"La paz no se puede mantener con la fuerza; sólo puede lograrse mediante la comprensión."
Albert Einstein

domingo, 9 de abril de 2017

Viajar es una aventura

Viajar es explorar un mundo nuevo lleno de aventuras, descubrir una oportunidad en el universo y sentir el movimiento de la vida en una de sus máximas expresiones. Es sumar historias a nuestra existencia que pretende ser extraordinaria en cada momento que tomamos una pausa para respirar y mirar el universo que nos rodea abrazándonos de aquella manera increíble que nos hace sentir que somos un ente especial casi irreal sin fin.

Cada día, el mundo nos va cargando de elementos pesados que se van acumulando en nuestro ser al punto de perder la perspectiva de nuestros sueños y alejarnos de nuestros objetivos; pero hay un momento para despertar, levantarse, perder el miedo, cerrar nuestro tiempo luto, liberar nuestro espíritu, volver a sentir y comenzar a correr hacia lo que más queremos. Y es así que, después de algunos meses de acontecimientos fortuitos y muchos intentos de un caminante por liberar aquel peso adherido a su ser, llegó una oportunidad inesperadamente grata, para liberarse de todas aquellas cargas acumuladas, al tener contacto con el mar.

Viajar es vivir sin los límites que la razón ha impuesto; es moverse en el espacio de un lugar a otro; es escalar una montaña muy alta rodeada del mar; es cerrar los ojos hasta que la fuerza del viento se lleve todos los miedos muy lejos; es gritar muy fuerte hacia el mar desde la montaña hasta que la voz se apague en el infinito; es descender de la montaña entre deslizando y resbalando entre las rocas; es caminar descalzo en el agua fría del mar sintiendo el contacto con la arena y el agua; es despojarse de toda vestimenta, entrar en el agua fría del mar y nadar hasta dejarse llevar por las olas que se fusionan con el cuerpo del caminante en un instante que liberó todo su ser. Pues, sólo el mar, donde seguramente la vida comenzó, con toda su energía tiene el don de reanimar el espíritu de cualquier ser.

Es cierto que cada día es una oportunidad en estos tiempos, y un día, al igual que el caminante, quizás podamos entender en su verdadera dimensión el viaje que implica la vida y comprender que cada elemento, cada personaje, cada tiempo y cada circunstancia de nuestra historia tuvo un objetivo predeterminado o predestinado por un ente superior que indiscutiblemente programó nuestro viaje extraordinario hasta hacer de este una aventura.