miércoles, 2 de julio de 2014

El caminante del país de los maravillosos contrastes


El inicio de la vida de un caminante del mundo tuvo un inicio en una tierra llena de cultura, de civilizaciones milenarias donde mil razas se fusionaron y de hechos extraordinarios que quedaron marcados en la historia de un país de maravillosos contrastes; pero en un momento surgió las ganas de vivir una nueva historia, emprender aventuras y viajar por un tiempo indefinido donde el destino impredecible confabula para darle un nuevo valor a la existencia.

Aquella historia comenzó en “la ciudad de la eterna primavera”, donde el agua del mar baña la costa desde la que se ve un atardecer naranja, mientras el sol broncea perfectamente la piel de la gente y donde “el poeta universal” escribió sus primeras composiciones. De pronto, en el recuerdo del caminante aparecen personajes de infancia jugando en un parque; y después de un tiempo breve, aparecen los primeros amores adolescentes. La vida continuó, aprendiendo de cada experiencia y nutriendo la mente con convicciones y anhelo de justicia que motivaron la lucha por un mundo mejor; pero el impulso de la juventud motivó la mente y el espíritu para conocer el mundo.

Algunos años más tarde, en una mañana en “la madre patria”, el caminante despertó lejos, tan lejos del pasado y del encanto de la tierra en la que nació, sintiendo nostalgia por la madre, la familia y los amigos de infancia; y en ese instante, los sueños y el corazón lo motivaron para seguir adelante, tanto como sea posible, quizás teniendo como límite el cielo de una tierra extranjera; pero sucede a veces en la vida que no se tiene comprado el destino ni el tiempo, y es momento de volver al lugar donde todo empezó.

Y en el país de los maravillosos contrastes, nuevas aventuras de viajes sinfín lo esperan para escribir crónicas desde la fracción del océano donde “el caballero de los mares” navegó, recorrer la costa de playas hermosas, subir los andes más altos que los incas dominaron hasta llegar a ver el esplendor de la selva de frondosa vegetación y ríos interminables, siendo los escenarios perfectos para agregar nuevos momentos de vida a la historia, como aquellos en los cuales el caminante del mundo se bañó en el mar de Zorritos, vio el atardecer en una playa cerca a Chan Chan, se mojó bajo la lluvia de Machu Picchu, se enamoró de la tradición de Barranco y se maravilló de la riqueza del Amazonas, dando un nuevo significado al país de los maravillosos contrastes, llamado Perú.