domingo, 18 de julio de 2021

Sin palabras

Esta noche, después de un par de copas de vino, surgieron algunas breves palabras para expresar todo lo que, allí adentro, anda dando mil vueltas; pero a la vez, el ambiente está rodeado de una extraña sensación de calma necesaria.

No se trata de historias de amor sino de historias de vida y de vidas que ya no están desde hace relativamente poco tiempo pero están siempre presentes en los recuerdos. 

Tampoco se trata de buscar o encontrar a la persona indicada sino de coincidir con los seres imperfectamente locos que se atreven a seguir siempre con las heridas aún expuestas.

Quizás es oportuno alejarse, muy pero muy lejos, de todo aquello que nos pesa y no nos deja caminar, quizás volar, hasta donde soñamos cuando éramos tan sólo niños. 

Es un momento efímero, que hay que aprovechar, de inspiración en la madrugada musical que me recuerda, que a pesar de la simple humanidad, hay una extraordinaria esencia escondida dentro de un cuerpo; o quizás comprendí, quizás nuevamente, que tenemos siempre un final, aunque casi siempre se ignore.

Son tiempos para ser menos evidentes, para dejar de mostrarnos al mundo y tan sólo sentir, sentirnos nosotros mismos, cerrar los ojos, respirar profundamente en el silencio interior de nuestro espíritu y comenzar a ser sinceramente felices, pero con amor propio. 

No son tiempos de dar consejos perfectamente adecuados que casi nunca practicamos, no busquemos palabras llenas de sabiduría, simplemente estemos presentes dentro de toda esta imperfecta vida; ya que en cien años no estaremos aquí...