Una inquietante historia empieza en un lugar que normalmente se utiliza para dormir, una cama; mientras en la mente se conciben los sueños más dulces, las imágenes más atrevidas, las ideas más originales y muchos más pensamientos hasta convertirse en hechos que formarán parte de nuestra historia de vida. Y todos ellos son tan sólo hormigas en la cama.
Y esos sueños e ideas son tan inquietos como hormigas que vienen a nuestra mente para luego recorrer todo nuestro cuerpo, pues son hormigas que no nos dejan tranquilos hasta despertarnos de un largo letargo, y sentir en ese momento una invitación a nuestra voluntad para hacer realidad esas ideas que posiblemente parezcan locuras; pero son esas locas ideas diferentes a las comunes, las que han cambiado el mundo y que ciertamente seguirán haciendo que este mundo inicie un cambio hasta llegar a ser un mejor lugar.
Dejar en el pasado los malos momentos, olvidar el rencor en el tiempo, vencer el miedo en el intento y sentir la locura en su momento, es quizás la mejor receta cuando las hormigas caminan en la cama e intentan entrar en nuestro pensamientos más profundos.
No sentir las hormigas en la cama es resignarse a dormir con una tranquilidad desesperante cada noche sin sentir la emoción de la vida que nos llena cada día, es no trabajar en lo que más anhelamos; cuando lo que debemos hacer es dejar que lleguen las hormigas a la cama...
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