lunes, 29 de diciembre de 2014

Desahogo de muchos pensamientos y un sentimiento

Una copa de vino sobre el escritorio acompaña una noche más, en la vida o simplemente en un momento de meditación profunda, en el mismo lugar que inspiró alguna composición hace un año atrás esperando ansiosamente una visita con algo de incertidumbre y mucha esperanza a la vez. Pero la historia ahora es otra, posiblemente diferente pero con un fondo común, en donde luchan tenazmente la fe y la verdad (o lo que parece ser verdad); pero las palabras no fluyen tan fácilmente, y no se debe a la falta de inspiración sino a los mil pensamientos contradictorios que luchan en una mente que apenas resiste la confrontación de los pensamientos y de los sentimientos, algo que ya parece común en un mente con locura reprimida, por lo menos últimamente por la incomprensión humana.

Entendiblemente, ha pasado el tiempo mientras la realidad se ha detenido en personajes constantes con nombres distintos, mientras que en el juego de la vida las apuestas son más altas y las deudas por pagar se incrementan, pues las experiencias no son gratuitas, se pagan con la moneda más valiosa no reconocida, el tiempo, que por cierto es irrecuperable. Tal vez sería preciso hacer un reclamo a Dios mediante una oración, pero la fe no lo permite, y la razón simplemente y lógicamente dice que las decisiones son responsabilidad de cada ser humano; pero ¿qué decisiones son aquellas que orientan el estado de una persona? Algún sabio las puede compartir en las redes sociales más hipócritas que existen, donde se dice mucho pero se hace poco.

Increíblemente, la verdad se basa en la popularidad y ya no en la certeza de los hechos, pues se prefiere mentiras hermosas a verdades dolorosas ¿en qué mundo estamos donde la "felicidad" se compra y se expone en pantallas virtuales que alejan del mundo real? No se trata de juicios, ni del bien ni del mal, sino de la verdad, aquella que cada vez es más desconocida para aceptar falacias creadas por conocidos expertos de la vida que los demás compramos en "best sellers" que revelan el secreto de la felicidad.

En un pequeño pero adecuado espacio, un ser que escribe hace una pausa en su mente tan sólo para probar un sorbo de vino tinto que relaje el espíritu, pues parece ser que la sangre de los dioses es lo único que puede relajar el impulso por escribir, por lo menos esta noche, en la que se el corazón se resiste a expresar algún frase de amor, pues no es conveniente, no ahora, no esta noche sino cuando el aprendizaje sea positivo y el mensaje de vida sea claro. Al cerrar los ojos, su rostro esboza una sonrisa, recordando aquellos momentos simples que llenaron su alma de alegría, como aquella vez que bailó bajo la lluvia abriendo los brazos y pateando los charcos de agua, o como aquellos momentos de verano en los que se quedaba dormido en el techo mirando las estrellas del cielo despejado de su ciudad natal; son tantos momentos pero breves a la vez.

Son tantos años vividos, mil ideas pensadas y un millón de sentimientos concebidos que piden una tregua para comenzar un nuevo orden, para recuperar la magia de la vida y para que tan sólo un ser sienta que es especial de nuevo, pues es la única oportunidad que tiene para permanecer en este juego haciendo el movimiento justo...

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