viernes, 25 de noviembre de 2016

Un mensaje extraordinario por la vida

Leyendo acerca de una sentencia sobre un caso (el asesinato de Walter Oyarce en el Estadio Monumental), me llamó poderosamente la atención la lucha y perseverancia del padre de Walter por hacer justicia frente a un grupo de personas con mucho poder y dinero.

Muchos nos sumamos a la causa del padre de Walter sin distinción de camiseta por la indignación e identificación que sentimos al saber que nosotros podríamos haber sido las víctimas por el simple hecho de estar en el lugar y momento equivocado.

En el lugar del padre de Walter, muchos se hubiesen derrumbado con justa razón, pero el decidió mantenerse de pie, exigir respeto y luchar por obtener justicia en un país donde lamentablemente la justicia se negocia, siendo un secreto a voces, pero ese es otro tema. Don Walter Oyarce, padre de Walter, le dio un nuevo objetivo y propósito a su vida, el cual es decirle NO A LA VIOLENCIA, comenzando un proyecto con jóvenes que viven en zonas de riesgo y dando charlas en instituciones como universidades y colegios.

Con todo esto, debemos comprender que las experiencias difíciles de la vida no necesariamente vienen a hacernos caer, sino que traen un mensaje poderoso de fe y esperanza para hacer cambios que se proyecten hacia la vida de los demás.

Yo me sumo a esta extraordinaria causa, expresando mi admiración por lo que el padre de Walter ha logrado, está logrando y logrará con ese valioso espíritu fortalecido por la memoria y alma de su hijo. Es momento de comprender y hacer comprender a todo un país que la vida, la verdad y la justicia tienen más valor que el poder y el dinero. ¡Cambiemos esta sociedad y llevémosla a un alto nivel de conciencia y respeto...!

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