
Tal vez hemos llegado a un momento en el cual la cordura y el juicio son absurdos, para lo cual es necesario una dosis de locura irracional que pretende hacer las cosas de una diferente, mejor e ilógica forma; y simplemente seamos locos perfectos sin comprensión racional.
No vale la pena perder el tiempo en temas triviales que no nutren tu mente y alma, sino en aquellas cosas simples que enriquecen tu vida, como el hecho de observar lo maravilloso que es la naturaleza creada por Dios, y que sólo el sabe si tendremos la oportunidad y dicha de ver el sol un día más.
El ser humano es irónico, pues quiere aquello que no tiene y no lo valora cuando lo tiene o lo pierde; somos quizás la creación perfecta de mente más absurda con la capacidad de cambiar y modificar nuestro entorno, pero elegimos empeorar nuestro mundo con intolerancia, guerras, contaminación, extinción, etc.; pero hipócritamente usamos medios como la redes sociales para compartir pensamientos y reflexiones que no creemos o no practicamos.
¿Dónde quedó la verdad, el respeto, la tolerancia, la paz, el amor, etc.? Quizás están extintos del alma y el corazón o tal vez están guardados en algún tiempo pasado no recordado. El ser humano, que pretende ser Dios y que busca crearlo todo, no puede conservar lo más importante que tiene, su esencia y su percepción, pero busca crear lo imposible.
Es preciso olvidar y abandonar la razón ilógica para comenzar a vivir como locos perfectamente irracionales que buscan lo más simple de la existencia, el amor que es la locura perfecta de la vida...